El orgasmo es una de las sensaciones más gratificantes que nuestro cuerpo puede sentir. Sin embargo, para algunas personas puede resultar un gran desconocido y generar muchas dudas.
Esta sensación de placer cuando se alcanza, hace que nuestro cuerpo libere endorfinas. Una sustancia química que genera bienestar y que tiene una estructura química muy parecida a la de las drogas como los opioides generando adicción en algunos casos. Aquí te lo contamos todo.
¿Qué es un orgasmo?
El orgasmo es el resultado máximo de placer alcanzado a través de una relación o estímulo sexual, esta sensación se consigue al llegar al nivel máximo de excitación sexual. Al alcanzar este nivel, se genera un alivio repentino y placentero tras un proceso previo de excitación sexual, descargando y relajando las funciones y grupos musculares del cuerpo.
En el momento de alcanzar el orgasmo, el cuerpo genera espasmos musculares intensos que resultan altamente placenteros, liberándose al mismo tiempo en nuestro cerebro las endorfinas.
¿Cómo se produce un orgasmo?
Para poder experimentar un orgasmo es necesaria una estimación sexual previa que lleve a la excitación de la persona. Esta fase es fácilmente identificables los hombres al aparecer una erección. En las mujeres se suele acompañar esta fase mediante la lubricación de la vagina e hinchazón de la vulva.
Tras esta fase inicial si la excitación sexual continua, se produce alteraciones en nuestros cuerpos, tales como el aumento de la presión cardíaca, pulsaciones, aumento de las secreciones vaginales (mujeres) y del pene(hombres) y el aumento del tamaño del glande (hombres) o clítoris (mujeres). En la gran mayoría de casos es necesaria una acción táctil para alcanzar estos niveles.
Finalmente, nuestro sistema nervioso alcanza el nivel máximo de excitación a través de frentes receptores físicos del cuerpo culminando en un orgasmo. En muchas ocasiones el orgasmo puede ir acompañado de eyaculación, pero está no siempre se produce al alcanzar el clímax.
El orgasmo femenino
En las mujeres el orgasmo se representa frecuentemente con espasmos musculares en el útero, ano y músculos pélvicos. Llegando a contraerse entre 5 y 10 veces en menos por cada segundo de orgasmo. Aunque el aumento de secreciones está ligado con la fase previa, no se suele producir una eyaculación de la misma.
Existen mujeres que pueden alcanzar orgasmos múltiples durante un proceso de estimulación sexual, aunque no es lo común.
El orgasmo masculino
Con frecuencia en los hombres se suele asociar el orgasmo a la eyaculación, aunque son dos procesos distintos. Es posible alcanzar un orgasmo sin experimenta la eyaculación. Durante el orgasmo masculino, se producen contracciones musculares en la zona de la pelvis, próstata y en las vesículas seminales para ayudar a la salida del semen.
El orgasmo no suele durar más allá de unos segundos. Tras producirse, nuestro cuerpo entra en una etapa de relajación y vuelta a la normalidad. Nuestro cuerpo vuelve a recuperar la frecuencia cardíaca de su estado de reposo y empieza a disminuir la presión sanguínea.
Problemas más comunes asociados al orgasmo
Existen diferentes problemas asociados a la falta o dificultad de alcanzar un orgamos. Algunos de los más frecuentes son:
- Anorgasmia: Es la falta de orgasmos al recibir estimulación sexual. Un problema que puede tener dimensiones psicológicas o fisiológicas. De cualquier manera, debe ser analizada por un especialista y poder ser tratada mediante terapia.
- Eyaculación precoz: Asociada principalmente con os hombres. No existe un control sobre la eyaculación, pudiendo llegar al orgasmo en menos de un minuto desde la estimulación.
- Disfunción erectil: Cuando un hombre no es capaz de conseguir una erección al iniciarse un estímulo sexual acorde a su sexualidad.
Todos estos problemas pueden ser tratados por especialistas con el fin de poder volver a alcanzar el clímax dentro del mundo de la sexualidad.